La Leishmaniosis canina, o más conocida como la Enfermedad del Mosquito, es una enfermedad, muy frecuente en nuestra zona, se transmite por un mosquito (muy diferente a los típicos mosquitos que todos conocemos) y que provoca un deterioro progresivo, y que sin tratamiento es mortal, en nuestra mascota.
Es una enfermedad con una amplia gamas de síntomas como puede ser adelgazamiento, aparición de caspa por la piel, piel con descamación alrededor de los bordes de la oreja, de los ojos, crecimiento de las uñas, sangrado ocasional o intenso por la nariz, infartación de ganglios, etc.
Para poder diagnosticar la enfermedad es necesario realizar una extracción de sangre, tras la cual se realiza un test serológico, el cual nos determina si es negativo (que no tiene la enfermedad) o positivo, con lo que en este caso se requiere de un análisis general para ver como se encuentra nuestra mascota, si el parásito le ha afectado a riñones, hígado, si tiene o no anemia, etc
Por lo que una vez detectada la enfermedad se puede establecer un protocolo de tratamiento.
Una vez inciiado el tratamiento y posterior a él, es necesario realizar revisiones periódicas para ver el estado de nuestra mascota y prevenir recaidas.
Por ello es fundamental la prevención usando collares o pipetas antiparasitarias y vacunando a su perro para disminuir mucho el riesgo de la enfermedad.
Protocolo de vacunación
Para poder administrar la vacuna de leishmania, es necesario realizar un test serológico previo para confirmar que esta libre de la enefermedad (que da negativo) y entonces podremos empezar la vacunación, la cual el primer año consiste en la administración de tres dosis con un intervalo de tres semanas entre cada dosis, y siendo necesaria una única dosis de revacunación anual.
Es una enfermedad con una amplia gamas de síntomas como puede ser adelgazamiento, aparición de caspa por la piel, piel con descamación alrededor de los bordes de la oreja, de los ojos, crecimiento de las uñas, sangrado ocasional o intenso por la nariz, infartación de ganglios, etc.
Para poder diagnosticar la enfermedad es necesario realizar una extracción de sangre, tras la cual se realiza un test serológico, el cual nos determina si es negativo (que no tiene la enfermedad) o positivo, con lo que en este caso se requiere de un análisis general para ver como se encuentra nuestra mascota, si el parásito le ha afectado a riñones, hígado, si tiene o no anemia, etc
Por lo que una vez detectada la enfermedad se puede establecer un protocolo de tratamiento.
Una vez inciiado el tratamiento y posterior a él, es necesario realizar revisiones periódicas para ver el estado de nuestra mascota y prevenir recaidas.
Por ello es fundamental la prevención usando collares o pipetas antiparasitarias y vacunando a su perro para disminuir mucho el riesgo de la enfermedad.
Protocolo de vacunación
Para poder administrar la vacuna de leishmania, es necesario realizar un test serológico previo para confirmar que esta libre de la enefermedad (que da negativo) y entonces podremos empezar la vacunación, la cual el primer año consiste en la administración de tres dosis con un intervalo de tres semanas entre cada dosis, y siendo necesaria una única dosis de revacunación anual.
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